Son considerados los pulmones del planeta. Los árboles y bosques purifican el aire y contribuyen a regular el clima. Su importancia e impacto sobre el medio ambiente son de un valor incalculable.
Es por ello que en muchos países se celebra el #DíaMundialDelÁrbol el 28 de junio. Sin embargo, hay que diferenciar esta fecha de otra celebración: el Día Internacional de los Bosques, avalado por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y que tiene lugar el 21 de marzo cada año.
En el año 1840 Suecia fue el primer país que celebró el Día del Árbol, para generar conciencia sobre la importancia de los recursos forestales y de los árboles. Estos héroes verdes contribuyen a disminuir la contaminación ambiental y climática generada por el hombre, protegen el suelo y son esenciales para lograr un desarrollo sostenible, siendo imprescindibles para la vida.
De acuerdo a un estudio reciente (publicado por el Journal of Sustainable Forestry) existen en nuestro planeta 60.065 especies de árboles.
Dependiendo de la especie los árboles se desarrollan plenamente al llegar a los 40 o 50 años.
En las zonas o regiones frías mantienen a roedores y aves.
A nivel mundial cerca del 78% de los bosques primarios han sido destruidos por la mano del hombre y el 22% restante se ha visto afectado por la extracción de madera.
El 12% de los bosques del mundo están designados para la conservación de la diversidad biológica.
Se estima que los bosques constituyen un reservorio vital de carbono, acumulando unas 289 gigatoneladas de este elemento.
Ocupan grandes extensiones que alcanzan el 28,5% de las tierras, a excepción de la Antártida y Groelandia.
La mitad de los bosques en el mundo están ubicados en los trópicos y el resto en zonas templadas y boreales.
Europa y América del Sur tienen la mayor superficie forestal, seguidos de América del Norte y África.
La deforestación de bosques y árboles producen un 15% de emisión de CO2 anual en todo el mundo, superando a la generada por vehículos, barcos y otros medios de transporte.
Las alteraciones producidas por el cambio climático generan niveles de acumulación de combustible en los bosques, incrementando la incidencia, durabilidad e intensidad de los incendios forestales.
Por otra parte, la tala indiscriminada afecta la pérdida del hábitat de diversas especies animales y vegetales, disminuyendo la fertilidad de los suelos y la posibilidad de regeneración de superficies arbóreas.
Existen numerosas organizaciones ecologistas que promueven una conciencia de protección y conservación de estos ecosistemas (bosques y árboles) mediante un uso adecuado de los recursos naturales existentes. Es fundamental que los gobiernos del mundo apliquen medidas y políticas que contribuyan a frenar los efectos del cambio climático y la tala indiscriminada.
Siembra un árbol y contribuye a la protección del medio ambiente.
#DíaMundialDelÁrbol.